Moverse a la Posición del Buen Éxito *
Diciembre 6, 2011
l buen éxito de Dios está en tu boca.
Siempre me pregunte por qué la Ley es leída en voz alta. Y encontré que por generaciones los judíos meditan en voz alta a causa de Josué 1:8, “Nunca se apartará de tu BOCA este libro de la ley, sino que de día y de noche MEDITARÁS [h1897 – jagá: proferir, pronunciar, rugir, susurrar] en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien .”
Meditar: H1897 הָגָה jagá; raíz prim. [comp. 1901]; murmurar (en placer o ira); por impl. meditar:-gemir, hablar, imaginar, lastimeramente, meditar, pensar, proferir, pronunciar, quejar, responder, rugir, susurrar.
- La meditación es proferir, anunciar, susurrar, gemir, hablar y rugir la Escritura. "... y en su ley medita de día y de noche" (Salmo 1:2). Jagá: proferir, pronunciar, hablar, rugir.
- La meditación es una quieta reflexión de las palabras de la Escritura. "... sus testimonios son mi meditación..." (Salmo 119:99). Siychah: reflexión con devoción profunda, contemplar, declaración meditada de la Escritura.
- La meditación es una repetición musical de la Palabra de Dios. “…sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón” (Salmo 19:14). Higgayown: Nota musical, un sonido de murmullo.
- La meditación es un repaso de la Escritura en oración. "Ocúpate de estas cosas..." (I Timoteo 4:15). Meleato: Repasarlo cuidadosamente en la mente, reflexionar.
- La meditación es una comunión con Dios en el lenguaje de Su propia palabra escrita. "Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, y meditaré en tus estatutos" (Salmo 119:48). Meditación es hablar con el Rey, en las propias palabras del Rey.
En otras palabras cuando meditamos confesamos audiblemente la Palabra en lugar de simplemente hacer un asentamiento mental. Ciertamente la Palabra de Dios hay que ponerla en el corazón y en nuestra mente, pero para que la meditación sea completa tenemos que proferir fuertemente, si es posible, rugir, la Palabra de Dios.
Amado, Jagá la Palabra de Dios confesando las Escrituras en las áreas que necesitas el mover de Dios.
Por ejemplo cuando iba a dejar mi trabajo y profesión, medité rugiendo Salmo 37:25, “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.”
O por ejemplo cuando medité en Proverbios 3. Lo memorice y luego lo declaraba audiblemente en el área de que necesitaba que Dios me diera sabiduría en el corazón.
Pro. 3:1 Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;
2 Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.
3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
4 Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres.
Muchos cristianos dicen. “Estoy esperando que Dios haga mis caminos prósperos y todo me salga bien.” No, la Biblia no dice tal cosa. Más bien dice que nosotros haremos prosperar nuestro camino sí nosotros jagá la Palabra de Dios: “… porque entonces [tú] harás prosperar tu camino y toda te saldrá bien.”
Jos. 1:8 Nunca se apartará de tu BOCA este libro de la ley, sino que de día y de noche MEDITARÁS [h1897 – jagá: proferir, pronunciar, rugir, susurrar] en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; PORQUE ENTONCES [TÚ] HARÁS PROSPERAR TU CAMINO, Y TODO TE SALDRÁ BIEN.
(ESV – English Standard Version) This Book of the Law shall not depart from your mouth, but you shall meditate on it day and night, so that you may be careful to do according to all that is written in it. For then YOU will make your way prosperous, and then you will have good success.
Si meditamos (jagá), Dios estará con nosotros. “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Dios siempre está con Su pueblo escogido, pero si mantenemos Su Palabra en nuestros labios y continuamente la proferimos, entonces esa presencia se hará tangible, evidente en todo lo que toquemos y emprendamos.
Es por ello que cuando decimos, “Dios está conmigo” continuamente y rúgidamente, eso literalmente sucede.
O cuando decimos, “Soy muy amado de Dios”, literalmente estoy jagá la Palabra de Dios.
O cuando pronuncio “estoy sentado en el Trono de Dios”, estoy liberando reinado y reposo.
O cuando pronuncio “reposo mi cabeza en el pecho de Jesús” estoy liberando el amor incondicional de Dios.
O cuando declaro, “He sido bendecido con toda bendición en los lugares celestiales. Tengo la bendición pneumatikós. Sólo levanto mi brazo de la fe para tomar la abundancia de mi Tierra Prometida”, estoy liberando el favor de Dios.
Usar nuestra Doble Porción para hablar Jagá: Bendiciones, poder éxito
1 Ped. 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, REAL SACERDOCIO [doble porción: rey y sacerdote], nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis [publicar, celebrar] las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10 vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Anunciar: G1804 ἐξανγέλλω exanguélo; de G1537 y la base de G32; publicar, i.e. celebrar:-anunciar
Dios nos hizo real sacerdocio. Esto significa que somos reyes y también somos sacerdotes bajo el Rey-Sumo Sacerdote Jesucristo. Todo lo que es Cristo somos nosotros.
Esto nunca sucedió en la historia del pueblo de Dios. En el Antiguo Testamento, los reyes y sacerdotes eran dos grupos muy distintos de personas. Una persona era rey o era sacerdote, pero nunca ambos.
Bajo el Nuevo Pacto, estamos en Cristo Jesús y somos reyes y sacerdotes, un real sacerdocio. “Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apo. 5:10).
Esto significa que ahora tenemos una doble porción de hablar bendiciones y poder porque
…. como reyes, “Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: ¿Qué haces?” (Ecle. 8:4),
…. y como sacerdotes, “Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en el nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se decidirá toda disputa y toda ofensa” (Deut. 21:5).
Como padres rey-sacerdote tenemos una doble porción para bendecir a nuestra familia. Como negociante rey-sacerdote tenemos una doble porción para bendecir a nuestras finanzas. Como creyentes rey-sacerdote tenemos una doble porción para bendecir a nuestro ministerio.
Nuestras palabras Jagá tienen la doble porción de poder para impartir la acción de los eventos sobrenaturales que traerán la prospera sobre abundante gracia de Dios. En el caso de nuestros hijos, recibirán el valor, diligencia y sabiduría para pelear la buena batalla de la vida. En el caso de nuestras finanzas, se abrirán puertas y oportunidades que sólo Dios puede hacer de tal manera que nos remontaremos muy por encima de las tormentas de la vida. Literalmente la doble porción nos moverá en una vida sobrenatural.
Cuando el maligno venga a condenarte y atarte diciéndote que tu vida es normal, igual que todos los demás, derrotado y afligido, que morirás igual como las otras personas en cárceles de aflicción y pobreza, simplemente recuerda que el diablo no es ni sacerdote ni rey. No hay poder alguno en ninguna de sus palabras. Ya está totalmente derrotado en la cruz. Pero nosotros sí tenemos poder y unción porque somos Real Sacerdocio y anunciamos las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a la Luz Admirable.
Simplemente declara continuamente, “Soy real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios y anunció (proferir con voz alta) que estoy en la Luz Admirable. He sido llamado a recibir una doble porción: Misericordia y Gracia. Por lo tanto hoy rujó la Misericordia y Gracia sobre mi familia, sobre mi hogar, sobre mis hijos, sobre mis finanzas, sobre mi ministerio. Declaro que la Luz Admirable es sobre todo lo que toco y hago, que la Luz admirable es sobre el corazón de mis hijos.”
Según I Pedro 2:9 nuestro propósito de real sacerdocio es anunciar, publicar y celebrar no nuestra virtudes y logros sino las virtudes de Aquel que nos trasladó del reino de las tinieblas al reino de la luz.
Si estas en opresión, aflicción o escases quizá sea porque estas anunciando las virtudes equivocadas, las de ti mismo o las de tus hijos y no las de Cristo. No hay poder sino condenación si estamos conscientes de nosotros mismos y si estamos publicando nuestras virtudes.
A pesar de tu condición externa, a pesar de las circunstancias de tinieblas que te rodean, medita (jagá) que eres un real sacerdote y celebra las virtudes de luz del Señor Jesucristo, y veras como cada área de tiniebla en tu vida se llenará de luz.
Usa tu doble porción para reflexionar y anunciar las virtudes del Cristo de la Gloria y vivirás una vida de poder.
Según Gálatas 3:6-29, pronuncia: “Yo soy de la Fe, por lo tanto soy hijo de Abraham. Yo soy de la Fe, por lo tanto soy bendecido con el creyente Abraham. Yo soy hijo de Dios por la fe en Cristo Jesús. Yo pertenezco a Cristo y por lo tanto soy HEREDERO de la Promesa de Abraham.”
Jagá: Jesús es precioso para mí. Él es la Principal Piedra del Angulo, escogida y preciosa. Entre más jagá esta palabra, más serás edificado como piedra viva para la casa espiritual y sacerdocio santo, y por lo tanto, ofrecerás sacrificio espiritual aceptable a Dios por medio de Jesucristo.
1 Ped. 2:4 Acercándoos a él, PIEDRA VIVA, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros también, como piedras vivas, SED EDIFICADOS COMO CASA ESPIRITUAL y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
6 Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion LA PRINCIPAL PIEDRA DEL ÁNGULO, ESCOGIDA, PRECIOSA;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
7 Para vosotros, pues, los que creéis, ÉL ES PRECIOSO; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
En realidad, Jagá es la llave que libera la Nueva Creación en Cristo. Liberamos por la Fe en acción toda la plenitud de la Nueva Creación. Ya Dios resplandeció en el rostro de Jesucristo y por la Fe liberamos ese resplandor desde dentro de nosotros. “De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido” (Salmo 50:2).
Cuando Jesús fue a la cruz, el Espíritu de Dios creó un Nuevo Hombre o nueva naturaleza. Ese Nuevo Hombre fue creado según el Jesús resucitado, completo y libre, y toda la plenitud de Dios fue puesta en esa nueva naturaleza.
Todo hijo verdadero de Dios tiene una nueva naturaleza, “creado según Cristo, en santidad y amor a la verdad”. Tú y yo no tenemos dos naturalezas, no somos justos y a la vez impíos. No, hay dos generaciones, la de Adán y la de Cristo, y todo creyente de Jesús ha muerto a la naturaleza de Adán y hemos sido renacidos en la naturaleza de Jesús. Y la Fe es el vehículo que nos conecta a esa nueva realidad.
El Reino fluye de adentro hacía fuera. Entre más creemos, más fluye. Creer es el grifo que se abre para dejar correr lo que ya tenemos abundantemente. Si no tenemos fe no quita la Nueva Naturaleza sino que no se expresa. Es un manantial de vida esperando ser descubierto.
Entre más conocemos y contemplamos a Jesús, entre más conocemos y permanecemos en Su obra completa, más se abre el grifo de nuestra Nueva Naturaleza. Nuestra Nueva Naturaleza no es una Nueva Cuenta donde sacamos para llegar a ser la imagen gloriosa de Jesús. No, sino que al creer cada día manifestamos lo glorioso de nuestra nueva naturaleza. Cada día es una oportunidad para vivir según los recursos insondables que ya se nos han sido dados. No creemos para llegar a ser una nueva creación, sino que creemos para manifestar que ya somos una nueva creación en Cristo Jesús.
Pedro dijo no tengo dinero de esta realidad perecedera, pero de mi realidad verdadera tengo muchísima riqueza: “De lo que tengo te doy, en el nombre de Jesús, levántate y anda.”
El Nuevo Hombre (mujer) ya fue creado a la Imagen de Jesús. Está completo. La obra ya fue terminada. Ese somos tú y yo. No vamos tomando de ese Nuevo Hombre para nuestras necesidades diarias, sino que somos ese nuevo hombre enfrentando las necesidades diarias.
En esa doble porción, de real sacerdocio, les bendigo en luz y paz amados hermanos.
* Estas notas son el decimo mensaje de la serie “El Don de la Fe” y el catorceavo en la serie “La Nueva Cuenta: Cómo vivir según la Nueva Creación.”
En el poder de Su Gracia …
Pastor Johel LaFaurie
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